Imagina samurais y ninjas luchando en el mismo bando o entre sí. Imagina siglos de intensas batallas medievales, donde miles de hombres arriesgaron sus vidas y sobrevivieron gracias a sistemas de lucha heredados de generación en generación. Imagina que hoy en día, gracias al arduo trabajo de muchas personas involucradas, tú tienes la oportunidad de practicar las enseñanzas de 9 escuelas de artes marciales tradicionales del antiguo Japón reunidas en un sistema de enseñanza: BUJINKAN, La Casa del Divino Guerrero.


La Bujinkan es una asociación internacional de Budô con sus bases en Japón. Está dirigida por el Dr. Masaaki Hatsumi, actual Soke (heredero), quien reside en ese país. La Bujinkan fue fundada en el año 1972 por Hatsumi Sensei, tras el fallecimiento de su maestro Takamatsu Toshitsugu. Se le llama Bujinkan a la visión de Hatsumi Sensei sobre el  conjunto de 9 escuelas de artes marciales japonesas tradicionales, de las cuales algunas poseen más de 900 años de antigüedad. Tres de estas escuelas basan sus enseñanzas en el Ninjutsu, mientras que las seis restantes son de Bujutsu (artes de guerra), cada una con sus propias características tanto filosóficas como técnicas.
Se incluyen estudios de técnicas de combate con armas y sin ellas. La idea es adaptarse a diferentes situaciones y no tanto especializarse en una técnica o arma solamente.




Las nueve Escuelas que inspiran la Bujinkan son:


Gyokko Ryû Kosshijutsu
Introducida en el Japón del siglo XII; posteriormente pasó a ser la base de varias escuelas de artes marciales de la región de Iga (zona de Japón donde proliferaron algunas de las escuelas de Ninjutsu).
Es la escuela más antigua de la Bujinkan, siendo su especialidad el Kosshijutsu (ataque a los músculos y centros nerviosos) los movimientos rápidos y circulares, los poderosos bloqueos, las distancias largas, las luxaciones y las proyecciones.


Koto Ryû Koppojutsu
Aunque su origen es medianamente desconocido, se dice que fue introducido al Japón desde China a través de Corea. Fundada a mediados del siglo XVI, esta escuela se caracteriza por el Koppojutsu (ataque a la estructura ósea).


Takagi Yoshin Ryû Jutaijutsu
Fundada aproximadamente en el siglo XVII, esta escuela se usó antiguamente para entrenar guardaespaldas. Se caracteriza por rápidas y eficaces técnicas en espacios reducidos (casas, pasillos de castillos, salones pequeños) mediante el uso del Jutaijutsu (luxaciones, proyecciones, controles). La idea principal es no dejar que el oponente tenga la posibilidad de escapar.


Shinden Fudô Ryû DakenTaijutsu
Fundada a mediados del siglo XII, esta escuela posee técnicas de Kosshijutsu (ataque a los músculos y centros nerviosos), Jutaijutsu (luxaciones, proyecciones, controles) y Dakentaijutsu (métodos de golpeo), entre otras. El punto esencial de esta escuela es el conocimiento sobre la forma natural de moverse para la defensa.


Kukishinden Ryû Happo Hiken
Se cree que las raíces de esta escuela, fundada en el siglo XII, provienen de China. Esta escuela está especializada en el combate con armadura (Yoroi), técnicas con bastón y cadenas. Ciertos movimientos enfatizan en los ataques fuertes y directos.


Gikan Ryû Koppojutsu
Fundada a mediados del siglo XVI, en esta escuela se observan complejos kamaes (posiciones), especialización en Koppojutsu (ataque a la estructura ósea) con golpes de puño y piernas a las articulaciones y Hichôjutsu.


Togakure Ryû Ninjutsu
Fundada a finales del siglo XII, es la segunda escuela más antigua de la Bujinkan. Es una de las tres escuelas fundadas directamente como estilo de Ninjutsu y está considerada uno de los sistemas más completos de lucha, cubriendo todos los aspectos del combate. Incluye varias formas de golpeo, técnicas de proyecciones y luxaciones. Es conocida por sus posturas muy bajas, amplias y por fuertes golpes dirigidos mayormente a los ojos, oídos y diafragma. Constituyó una típica escuela de Ninjutsu con especialidades en táctica y estrategia de combate, transformándose así en la más emblemática dentro de la Bujinkan.


Kumogakure Ryû Ninjutsu
Similar en su Taijutsu al de Togakure Ryû; esta escuela se dice que fue fundada en el siglo XVI.
Se caracteriza por el uso de bloqueos dobles y métodos de saltos y golpes con los codos, antebrazos y muñecas. Otra especialidad de esta escuela era el uso de protecciones metálicas, tanto en antebrazos como tibias, y la utilización de máscaras con apariencia de demonio con el objetivo de intimidar al enemigo.


Gyokushin Ryû Ninjutsu
No se tiene conocimiento exacto de la fecha de fundación de esta escuela, aunque se dice que fue fundada a mediados del siglo XVI. Esta escuela es casi totalmente desconocida para nosotros los occidentales, pero se sabe que estaba basada especialmente en aspectos estratégicos de los conflictos bélicos como la recopilación de información y métodos de operación.



En la Bujinkan pueden practicar hombres y mujeres indistintamente, ya que además de ser un método de defensa es una herramienta que aporta positivamente a nuestro estilo de vida. Al aprender a desenvolvernos en el dôjô, mediante el entrenamiento, aprendemos paulatinamente a movernos y sortear los obstáculos de nuestra vida cotidiana.


A diferencia de otros sistemas de artes marciales, en la Bujinkan se van obteniendo grados dependiendo del conocimiento técnico y el desarrollo espiritual. Por esta razón, es normal ver diferencias de tiempo en cada caso particular de graduación al no existir un prerrequisito de años para obtener un grado determinado.


No es recomendable entrenar Bujinkan Budô Taijutsu si lo que estás buscando es competir con los demás, demostrar tu fuerza, habilidad o la mejor técnica para lograr un reconocimiento externo.
El principal objetivo de la Bujinkan es hacer mejores personas a través del Budô, apelando a la autosuperación, el equilibrio espiritual, el respeto por los demás y la eliminación del ego.




INSTRUCTOR:
Gabriel Galleguillos H. (15º Dan • Bujinkan Budô Taijutsu). Alumno del Shihan Néstor Iscovi (www.bujinkanarg.com.ar), quien a su vez es alumno directo del Soke Masaaki Hatsumi.




Mi maestro, el maestro de mi maestro y yo, 
tras recibir la medalla de honor de la Bujinkan.
Noda, Japón, junio de 2016.




HORARIO CLASES:
Martes de 20:45 a 22:00 horas
Jueves de 20:45 a 22:00 horas


VALORES:
$35.000 por mes (2 clases semanales)

$4.000 por clase, para alumnos Bujinkan de otros dôjô
$8.000 por clase general 


CONTACTO:
bujinkanshoshindojo@gmail.com
www.facebook.com/public/Bujinkan-Shoshin-Dojo




Además, en el mes de marzo de cada año se deberá tramitar la "membership" a Japón; membresía que acredita al alumno como integrante activo de la Bujinkan y le otorga descuentos en las diversas actividades nacionales e internacionales a lo largo del año. Este documento tiene un valor de 3.000 yen y debe ser tramitado en moneda japonesa.


DIRECCIÓN SHOSHIN DÔJÔ (ubicado en las dependencias de Santiago Budôkan www.santiagobudokan.cl)




Avenida Ricardo Lyon 2668, Ñuñoa, Santiago de Chile.






El término “shoshin” hace referencia a “la mente o el corazón del principiante”. Es la actitud que debemos tener para poder aprender sin cegarse; humildad ante el conocimiento. Mantener el espíritu fresco es importante para descubrir algo más dentro de lo que creemos ya haber aprendido. Mientras no sepamos vaciarnos, nunca podremos volver a llenar el espacio.

El Budô (camino marcial) que no se renueva y no evoluciona se estanca, así como se estanca el agua hasta hacerse imbebible.













A CONTINUACIÓN TE INVITO A LEER UNA COLUMNA QUE ESCRIBÍ HACE UN TIEMPO PARA LA GUIOTECA.COM

Por Gabriel Galleguillos, Guía de Cultura Japonesa
Ima ninja, ¿cómo es el guerrero ninja moderno?

Desde principios de los 70', las antiguas enseñanzas del ninja traspasaron las fronteras orientales para llegar a Occidente. Hoy cualquiera puede estudiarlas, cualquiera capaz de adaptarse y perseverar.
¿Habías pensado alguna vez que existe mucha gente que actualmente estudia las enseñanzas de estos antiguos guerreros y que las utiliza como una filosofía de vida para tratar de convivir mejor con el entorno que les rodea? Hombres, mujeres, madres, padres, abogados, médicos, arquitectos, profesores, músicos, ingenieros, estudiantes de colegio y universitarios, militares, policías, personas de diversas tendencias políticas y religiosas, europeos, latinos, orientales, bajos, altos, flacos, gordos, discapacitados, niños y personas de avanzada edad, por nombrar sólo algunos, son los que hoy en día trabajan en forma entusiasta para conservar una cultura ninja que posee cientos de años. Me refiero específicamente a la tradición transmitida por Masaaki Hatsumi, un maestro japonés de artes marciales heredero de varias escuelas ninja que han sobrevivido a los avatares de la historia.
Masaaki Hatsumi nació el 2 de diciembre de 1931 y se inició en las artes de combate practicando boxeo y jūdõ. A la edad de 20 años comenzó a impartir clases de jūdõ en una base militar norteamericana; fue en ese lugar donde se percató que sus alumnos poseían gran destreza para aprender las técnicas enseñadas debido a su fuerza y tamaño.
Ninja
Foto: AP
Masaaki Hatsumi es el mejor ejemplo del Ninja moderno.
Técnicas que los japoneses tardaban años en dominar eran aprendidas por los norteamericanos en sólo unos meses. Ese fue el instante donde Masaaki Hatsumi cuestionó todo lo que había aprendido hasta el momento y se inclinó en una larga búsqueda hacia la verdadera esencia de las artes marciales.
En los años posteriores se acerca al Kobudõ, donde practicó las enseñanzas de antiguas tradiciones guerreras japonesas; y es justamente a través de su maestro de Kobudõ que conoce a Takamatsu Toshitsugu, un respetado maestro con un largo árbol genealógico de guerreros ninja.
Fascinado por Takamatsu Sensei, le solicita ser su alumno y se embarca en 15 años de intenso entrenamiento donde no sólo es instruido en las artes ninja sino también en diversas escuelas samurai que se retroalimentan con las anteriores para potenciar sus formas técnicas y filosóficas. Es así como poco antes de la muerte de Takamatsu Toshitsugu, éste deja como heredero de las escuelas enseñadas a Masaaki Hatsumi, quien posteriormente iniciaría lo que hoy se conoce alrededor del mundo como “Bujinkan”, un sistema que reúne 9 tradiciones marciales del antiguo Japón bajo la mirada de un solo heredero.
Además de ser la máxima autoridad de la Bujinkan, entre muchas otras actividades que desarrolla, Hatsumi Sensei es graduado en medicina de la Universidad de Meiji y hace poco fue inmortalizado en el muro de honor de la Royal Society of Medicine de Londres por ser la cabeza de un método de medicina ancestral conocido como Amatsu Tatara.
La primera vez que pude ver personalmente al Soke Masaaki Hatsumi, me provocó un impacto tremendo. No solamente por ser una verdadera leyenda, sino por la energía que proyecta y muestra en cada entrenamiento. Personas de todo el mundo viajan durante el año a tomar sus clases, con el objetivo de poder captar la esencia marcial que se renueva constantemente. Y es aquí donde el Soke Masaaki Hatsumi hace gran hincapié en la capacidad de adaptación que debe poseer el nuevo guerrero ninja.
Recuerdo que la última vez que estuve en una de sus clases, el Soke comentó la importancia de estar alineado con la tecnología, ya que actualmente ésta es una herramienta natural de nuestras vidas que si no sabemos manejar se puede tornar peligrosa como un arma. Simplemente ponte a pensar en los problemas que pueden llegar a acarrear las redes sociales o cualquier otra herramienta tecnológica si es manipulada con mala intención. La misma premisa corre para cualquier tipo de herramienta; por ejemplo un cuchillo, lo puedes usar tanto para cocinar una exquisita comida como para atacar a alguien y herirlo. Es aquí donde nos damos cuenta que un cuchillo no es peligroso, el peligroso es el ser humano que le da movimiento e intención.
A modo personal creo que las enseñanzas del Ima ninja (“Ima” significa “ahora, momento actual” en japonés) transmitidas por Masaaki Hatsumi trabajan profundamente sobre la dimensión del espíritu humano en una sociedad moderna. Al verlo desde fuera, mucha gente piensa que este tipo de estudios instruyen solamente sobre técnicas de combate con y sin armas, incitando de esta forma a la violencia; pero la realidad es que dichas técnicas trascienden lo físico para tratar de enseñar cómo manejarnos a nosotros mismos con el fin de no dañarnos ni dañar a nadie en la vida cotidiana con nuestra familia, amigos y todos aquellos que nos rodean.
Adaptarse, perseverar, resistir y ganar sin combatir son sólo algunas de las premisas que deben tratar de seguir todos aquellos que hoy en día desean estudiar las apasionantes enseñanzas del ninja moderno.